

La casa se encuentra ubicada en un entorno natural, lo que brindó la oportunidad de fusionar armoniosamente la arquitectura con el paisaje circundante. Estas losas, meticulosamente diseñadas, generan un efecto de movimiento y dinamismo en toda la vivienda. La curvatura de las losas parece desafiar la gravedad y añadir una sensación de ligereza a la estructura, a pesar de estar construida con hormigón robusto. la losa parece perderse en la doble altura. Esta ilusión óptica crea un efecto de continuidad. La obra se encuentra en constante cambio a medida que la luz del sol juega con las curvas y sombras de las losas durante el día. En lugar de ser una estructura estática y funcional, la escalera sigue el movimiento de las losas. El interior de la casa continua con la misma estética de diseño, con curvas que se repiten en detalles como las mesadas de la cocina y los tabiques divisorios. La elección de colores y materiales se hizo con cuidado para resaltar la belleza del hormigón blanco y crear un ambiente acogedor y sofisticado.